Julio de la Iglesia impartió, de la mano de Helpers Speakers, la masterclass online ‘Ahora toca ser valientes: Gestión del miedo en la nueva realidad’ en la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano (DCH) el día 1 de julio para España y LATAM. Una invitación a la épica personal y un homenaje al coraje y a la valentía. Una oportunidad para recapacitar sobre nuestras propias capacidades y el sentido de nuestros propósitos y logros.

DCH es la mayor Organización de Directivos de Capital Humano para profesionales de la función de Recursos Humanos con actividad en España, Portugal, Argentina y México, y que pone a disposición de los directivos de departamentos de Recursos Humanos un entorno en el que puedan compartir experiencias, conocimientos y logren generar una red de contactos de gran valor profesional. Cuenta con más de 1500 asociados y ofrece una gran variedad de servicios y actividades periódicas a las cuales los miembros pueden asistir de forma gratuita y donde encuentran un espacio cuyo principal objetivo es aprovechar y conocer las diferentes prácticas llevadas a cabo por cada responsable de los Recursos Humanos.

Aquí puedes disfrutar de un resumen de la Masterclass:

En estos tiempos inciertos, el Liderazgo de Combate se hace imprescindible para luchar contra la desesperanza, la fatalidad, el miedo y crear equipos de élite comprometidos con la victoria.

• ¿Te imaginas en terreno enemigo luchando sin una estrategia, saltando de la trinchera sin un propósito, arrastrando los pies, sin la determinación férrea de luchar o morir? En el mundo de la empresa no es diferente. Solo sobreviven los que centran su empeño en ganar y hacen todo lo honestamente necesario para conseguirlo.

• No son tan diferentes los desafíos a los que se enfrenta un policía o un soldado, de los que asume un empresario, un comercial o cualquier autónomo del mundo. Al fin y al cabo, su vida, reputación y el pan de sus hijos está en juego. El comando se pondrá el casco, sus botas, se armará y se dispondrá a librar su batalla. El civil cuando se ponga su traje, se anude sus zapatos y coja su ordenador debe de saber que deja de ser el padre o la madre y se convierte en el guerrero, trabajador que sin excusas, ni concesiones tiene que volver a casa vivo y con el deber cumplido. Su misión no es solo sobrevivir. Su misión con bien dijo Winston Churchill es la victoria.

• En el liderazgo de combate hay mucha grandeza y respeto por las personas que forman el equipo. Si cada uno de sus miembros trabaja por ese bien común, los lazos de amistad serán más fuertes y el agradecimiento creará un ambiente donde trabajar se convertirá en una demostración de servicio, de yo puedo, yo valgo y aquí soy útil y necesario.

• La camaradería que se respira en el combate, es un lazo que une a las personas cuando estas deben de dar más allá de lo que justamente les pagan. Sin este afecto, es difícil ganarse el cariño y la admiración de los subordinados. Estos hombres obedecen ciegamente y dan lo mejor de si mismos cuando quien da la orden se le respeta no por su graduación, sino por saber que ellos les preocupan y que llegado el momento también pasaran a la acción a sangre y fuego cumpliendo el famoso juramento de ¡¡Todos para uno y uno para todos!!

Gracias Helpers Speakers por la oportunidad de dirigirme a Oracle y a la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano.

 

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